martes, 12 de enero de 2016

EL NORMALISMO

Para empezar con la historia del normalismo, se puede rescatar que en el siglo XIX una vez consumada nuestra independencia, los propósitos para aumentar el número y la propagación de escuelas primarias se enfrentaron a un escollo. Primero, había que preparar maestros. Esta condición marcaba un problema, ya que el gremio de maestros había sido abolido en 1814; el Ayuntamiento de la Ciudad de México se hizo cargo de examinarlos y darles licencia. No se puede dejar al margen el carácter de metrópoli centralista de la ciudad, luego, no resulta difícil imaginar cuál pudo ser el panorama para el resto del país.
El establecimiento de la Compañía Lancasteriana en 1822 significó una oportunidad para la sociedad mexicana que buscaba disminuir los índices de analfabetismo, pues con el método de enseñanza mutua es decir, los alumnos más avanzados enseñaban a sus compañeros principiantes se logró que el número de alumnos inscritos en zonas urbanas aumentara, pues ya que se atendía también a los niños pobres.
La primera escuela normal fue la lancasteriana que de acuerdo con este sistema de enseñanza mutua se abrió en la segunda mitad de 1823, subsistió poco tiempo debido a la falta de estudiantes.
En 1824, por decreto expedido el 30 de diciembre, el congreso Constituyente de Oaxaca, dispuso el establecimiento de la Escuela Normal de Enseñanza Mutua. Al año siguiente se funda la de Zacatecas y en 1828 se abrió un plantel semejante en Guadalajara.
Posteriormente en 1885, el veracruzano Carlos A. Carrillo, difundía principios pedagógicos más avanzados de los que se aplicaban hasta entonces, criticó el exceso del uso de los libros, que convertían al alumno en un reproductor del texto. En la misma época Enrique Laubscher de origen Alemán, en su libro Escribe y lee, impulsaba el empleo del método fonético en la enseñanza de la lectura, el cual pronto fue difundido en toda la república.
Laubscher estableció la escuela modelo de Orizaba, un centro experimental de técnicas aplicadas a la enseñanza, mismas que se difundieron de manera local en una primera etapa y después al resto del país; y compartió junto al suizo Enrique Rébsamen la responsabilidad de la Academia Normal de Orizaba.
Después en el año de 1887, se inaugura la Escuela Normal para Profesores en la ciudad de México, sumando ya para el año de 199, 45 escuelas, mediante la Escuela Modelo Orizaba. En 1906 se crea la Escuela Nacional de Altos Estudios, encargada de formar profesores e investigadores de alto nivel, reuniendo a los mejores exponentes en ciencia y arte del país.
Sin embargo, este crecimiento se vio interrumpido por una crisis provocada por la Revolución Mexicana. La historia de las escuelas normales a partir de 1921 presenta cambios importantes para la carrera normalista, basados en las políticas de acuerdo a los proyectos de educación nacionalista, rural, socialista, unidad nacional, Plan de Once Años, Reforma, descentralización, modernización y los retos actuales del normalismo.
En 1922, el Departamento de Educación y Cultura Indígena, designo designó a maestros ambulantes mejor conocidos como misioneros quienes tendrían el objetivo de fomentar la educación mediante la localización de los núcleos indígenas y a través del análisis de las condiciones económicas y culturales que cada comunidad requería.
 Ya para 1923, lograron que existieran 101 maestros misioneros y 904 maestros rurales atendiendo a una población escolar de 49 mil 640 alumnos. En 1925 dejaron de llamarse Casas de Pueblo, y desde entonces adquirieron el nombre de Escuelas Rurales.
Los cuales la primera generación de maestro rurales creo una gran red académica que debían de tener de conocimiento de las diferentes regiones y la diversidad de la región rural en donde se encontraran. Estas escuelas rurales son de las mejores creaciones de la Revolución Mexicana, que fue el orgullo de nuestros más auténticos maestros y despertó el interés y la admiración de los más destacados educadores de otros países.
Con la fundación de la Secretaria de Educación Publica (SEP), se da un cambio trascendental a la educación como instancia encargada de regir la educación de todo el país a través de la federalización.
Las escuelas normales urbanas eran pocas para satisfacer la demanda de las escuelas rurales, además de que los egresados no reunían las características necesarias para el tipo de maestro que se requería en el medio rural. Lo que se debió al desarrollo de las escuelas normales rurales. 
“Antes en las escuelas normales lo que se le hacía al sujeto era instruirlo mas no educarlo.”
Para 1926 la Escuela Normal para Profesores fundada en 1887 por Rébsamen en Jalapa se transformó en la Escuela Nacional de Maestros. Su objetivo era preparar y capacitar a los profesores rurales y urbanos en los niveles de preescolar, primaria y secundaria.
Los años posteriores nos presentan un debilitamiento de esta fuerza transformadora. Los proyectos de Unidad Nacional, llevaron a otros cauces este vigoroso impulso. Reformas más, reformas menos se han sucedido en la orientación de la educación normal. 
Con la fundación de las normales rurales se graduaron un buen número de profesores y en 1937 se consideró que debían desaparecer las misiones culturales. Sin embargo, se restablecen en 1942 a través de un nuevo plan, encaminado a mejorar integralmente la vida rural con una estancia de al menos tres años en la zona.
Otro momento destacado de las escuelas normales fue 1984, en este año se cambió la preparación de los docentes, implicando no sólo un nuevo programa de estudios, sino estableciendo la obligatoriedad del nivel bachillerato para el ingreso a todas las modalidades de estudio ofrecidas por las escuelas normales, elevando sus estudios al grado de Licenciatura.
Sin embargo, habremos de reconocer la imprescindible presencia y participación de los maestros en todo proyecto de transformación social. Ciertamente el ejercicio docente requiere una renovada fortaleza en sus principios; pero también la sociedad debe ejercitar una justa re valoración de la función y la imagen del maestro, apartándose de concepciones mesiánicas, que lamentablemente prevalecieron durante décadas en el discurso y en los hechos para valorar al maestro.
Hoy en día las escuelas normales de Educación Preescolar se encuentran en una profunda crisis, debido a que tiene su origen durante el Porfiriato. A nivel nacional se cuenta con 250 Escuelas Normales, en el Puerto de Veracruz es donde se fundan las primeras escuelas normales.
Para concluir, considerando que el plan de Estudios 2012, es totalmente diferente respecto al anterior inmediato (1997), pues su propuesta metodológica y estructural refleja una perspectiva mucho más amplia respecto al sistema educativo. 
 

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Referencia Bibliográfica:
  •     CASTELLANOS, A. "Pedagogía Rébsamen" (2da. Ed.), Librería Ch. Bouret. México, 1909. pp.13-14, citado por Martha E. Curiel M., en: Historia de la educación pública en México. SEP-Fondo de Cultura Económica. México, 1981. p. 430.
  •       Revista de educación y cultura, Marzo 1, 2015.
  •     Hurtado P. “Una mirada, una escuela, una profesión: Historia de las Escuelas Normales 1921-1984”.
  •   Génesis, desarrollo y perspectivas del normalismo preescolar en México, Mauricio Andión Gamboa.

2 comentarios:

  1. Me parece bueno tu trabajo, ya que rescataste lo más importante dentro de los textos, ademas de que tienes una buena redacción.

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  2. Gracias, si específicamente me centre en la información que me es de gran apoyo en el proceso de mi formación como docente.
    asi mismo espero que también pueda ayudar esta información en tu trayectoria.

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